Si todo fuera “normal” o, mejor dicho, si todo fuera igual que otros años ahora estaríamos en plena jornadas de puertas abiertas de la actividades Extraescolares organizadas por océano atlántico... y ese estrés que vivíamos para llegar de un sitio a otro, de una clase a otra nos sabría a gloria.
Este año lo ha cambiado todo, después de el habrá un antes y un después, pero no por eso vamos a olvidarnos de todo lo bueno que hemos vivido en nuestro colegio, con nuestros niños y nuestras niñas que no paran, que son muy deportistas y les encantan las actividades después de clase. Como no te va a encantar guitarra o pequemúsicos si Armando conquista las alma de todos los peques con los que se cruza;
o patinaje, con la incansable Macarena
por no hablar de fútbol donde Jorge, nuestro coordinador, se deja la piel para que todo salga bien, llevando a dos equipos que compiten ambos.
Y judo? Que felices con esta disciplina están todos y todas, que orgullosos se les ve.
Por no hablar de las otras actividades basket, gimnasia, baile…
Todos hacen actividades que les gusta y alguno encontrará seguramente su vocación… este año nos sirve para no dar nada por echo, y para que sepamos apreciar las cosas pequeñitas, una clase de zumba, un partido de fútbol o una clase de guitarra…
todo va a ir bien, sí, pero mejor hubiera sido con todos los niños y niñas enseñando sus logros durante esta semana… porque ahora para muchos la felicidad hubiera sido pedir hora en el trabajo para ver a su peque en la clase de teatro en francés o en robótica…
Todo volverá, poco a poco sin prisa, pero volverá y ojalá sepamos ver la segunda gran oportunidad que se nos da…